Hay dias en los que solo apetece estar sola. Pasear en medio del vacío. Que nadie te vea. Me siento en un banco a leer. Mientras, esta suave brisa acaricia mi pelo. Tan solo el graznar de unos pajaros y el eco lejado de un pequeño petardo perturba el silencio. Pero mi mente no se ve interrumpida, tan solo los sucesos de esta novela existen para mi ahora. Y eso es lo que necesitaba. Nada. No pensar. Descansar. Tan solo he parado a escribir estas pequeñas lineas en un trozo de papel rasgado. No se si tengan sentido, ni si estén llenas de algo. Vuelvo a la lectura. Me siento en paz.
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