Hoy me has preguntado si habia escrito de ti en mi blog. Te he respondido " No, pero si te soy sincera hoy estaba pensando en ello", y era cierto, pero en lugar de escribir sobre ti decidí hablar contigo. Entonces, ¿que haces escribiendo ahora Raquel? Supongo que el hecho de que lo hayas preguntado ha sido como una señal.
Si mi blog hubiese existido desde hace un par de años o tres, sin duda habrias sido el protagonista de más de una entrada.
Nuestra buena relación comenzó de inmediato, supongo que por lo locos que somos ambos, congeniabamos bien para echarnos unas risas. Pero pronto todo comenzó a torcerse y, bueno, a dar un giro radical. Un cúmulo de discusiones absurdas pasadas de rosca, en las que ambos perdimos los papeles y la cordura. Durante mucho tiempo me martiricé recordando nuestras desaveniencias. Palabra por palabra, las tenía grabadas en mi mente. Fueron tantas las cosas dichas y echas en cara, y ahora...ahora no recuerdo casi nada. Si hay algo que me caracteriza es la memoria prodigiosa que tengo para mis experiencias vividas, y en cambio, de esto...nada.
El tiempo pasó, y dicen que el tiempo todo lo cura. Hicimos las paces por así decirlo, y aún así las rarezas entre nosotros resurgieron. Supongo que quizá aquel seguia sin ser nuestro momento. En todo este tiempo hemos tenido una relación cordial, pero nada ha vuelto a ser como al principio. El otro dia me hablaste, y hoy hemos vuelto a hablar. En estas dos ocasiones he podido recordar lo mejor de los viejos tiempos. Siempre has sido alguien con quien poder hablar de miles de temas, y alguien en quien poder confiar.
Apesar de todo lo que nos haya pasado, hoy por hoy tan solo recuerdo los buenos momentos y las risas contigo. Y creo que eso es lo más importante. Siempre serás una de las personas más importantes que me llevo de este lugar.
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